RUIZ MATEOS

84 años, rodeado de procesos judiciales, habiendo pisado la cárcel, vivió y ha muerto instalado en el fraude, implicó a su numerosa familia y estafó a miles de ciudadanos, creó su propia burbuja inmobiliaria y empresarial pero no cumplía ni con Hacienda ni con la Seguridad Social.
Durante mucho tiempo estuvo despreocupado porque sus trapacerías se toleraban en un mundo de corrupción generalizada. Luego empezó a inquietar-incluso a sus correligionarios del Opus-, los bancos le negaban financiación y en 1983 el gobierno decreta una expropiación. Se rebela contra el Sistema, hace el ridículo y reinicia un proceso de estafas múltiples.
Sinceramente, no veo nada ejemplar en el personaje y, desde luego, no se lo propondré como modelo a mis nietos.

 

AL DÍA SIGUIENTE

Cuando las lágrimas se secan y te dejan ver, cuando el coraje y la rabia se aplacan y te permiten usar la razón para analizar la realidad, te encuentras un panorama poco halagüeño en el tema de los movimientos migratorios.
Europa no puede ser el lugar de acogida de todos los que quieren residir en ella: la Europa del Este-incluida la gran Rusia de Putin I- no quiere ni oír hablar del asunto, los británicos ejercen fácilmente su tradicional control de residentes extranjeros y el Norte está lejano y frío. Los países islámicos ricos ni están ni se les espera.
Hay que diferenciar dos frentes: los que emigran por razones económicas y quienes huyen del terror que se vive en su entorno buscando refugio.
En cuanto a los primeros, la mejor solución sería ir a la raíz del problema y tratar de crear riqueza en su zona de origen pero no será fácil forzar inversiones improductivas y, por otro lado, entre un Norte rico y envejecido y un Sur pobre y joven el flujo migratorio está garantizado, lo demandamos nosotros mismos. Sólo cabe regularlo.
Aunque no sea muy “correcto” cabe pensar si algunos de los que acuden a las mafias en busca de inciertos paraísos no harían mejor quedándose en su tierra luchando por mejorar, sin resignarse a una pobreza de la que otros países han salido a lo largo de la Historia.
El segundo bloque lo componen mayoritariamente sirios e iraquíes cuya vida peligra porque Siria e Irak, más que países, son gigantescos campos de batalla. Tampoco parece fácil encontrar a quienes estén dispuestos a meterse en el avispero islámico, agitado hoy por los sanguinarios asesinos del EI.
Allí la paz sólo podrá imponerse por la fuerza pero ninguna nación desea recibir a sus soldados en una bolsa negra de plástico y los acuerdos no llegan. Lo que sí debemos hacer es atender razonable y solidariamente a los actuales refugiados, cumplir los artículos 14 de los Derechos Humanos y 13 de nuestra Constitución que recogen el derecho de asilo.
O el mundo occidental perfila políticas serias y adopta medidas realistas, eficaces, de amplio espectro o el lamentable espectáculo continuará, seguiremos conociendo casos como el del pobre niño Aylan Kurdi y, más que hasta cuándo, la pregunta es si llegará el día en que lo veamos como un fenómeno superado, un mal recuerdo.
Mientras tanto nos invade cierta mala conciencia, una especie de sentimiento de culpa por dejar de hacer algo que está a nuestro alcance y no estoy yo convencido de que sea así.

 

INTIMIDAD

Cada vez quedan menos espacios y posibilidades de preservar eso que se supone privativo, relacionado con nuestro interior y que sólo nosotros conocemos. Hay que ser ingenuo para creer que una información que pase a Internet va a permanecer secreta, al abrigo de toda revelación.
El escándalo de Ashley Madison refleja varias cosas: eso de la monogamia estable y romántica es un fenómeno en declive, la mayoría de los adúlteros son hombres (como es lógico en una sociedad machista), España no desmerece ocupando un buen lugar el en ranking y, finalmente, que en mi pueblo hay más de mil casos (¿conoceré yo a alguno?). ¡Qué modernos somos, esto parece Hollywood!

 

AVESTRUCISMO

Puro y duro el que practican los países europeos con el fenómeno de la inmigración. Nadie quiere levantar la cabeza y encarar seriamente un problema que se ha agudizado porque a los que huían del hambre buscando pan se han sumado los que huyen del terror buscando paz.
Acongojados por unos informativos que diariamente nos inyectan en vena su ración de tragedia con imágenes- preferentemente de mujeres y niños -pero sólo reaccionamos cuando nos toca de cerca y con medidas ineficaces, paliativas.
El tema es duro y complejo. Precisamente por eso requiere una voluntad decidida y concertada para abordar sus múltiples causas, sabiendo que sólo es posible regular lo inevitable. Cualquier cosa menos mirar para otro lado.