CUESTIÓN DE TIEMPO
El discurso del rey en Nochebuena ha batido récords: el más visto, el más esperado y el que más especulaciones había suscitado. La gran duda era saber hasta que punto “metería la pluma” el Gobierno, presionado por Podemos que quería sangre azul a toda costa para detener su propia hemorragia de sangre roja.
Naturalmente Felipe VI no ha hecho ni una concesión y ha cumplido con el sentido que suele tener ese discurso institucional.
La Monarquía es vitalicia y esa “intemporalidad” es la que algunos olvidan; ellos pasarán, sus partidos sufrirán vaivenes, pero la Corona se mantendrá. Aunque le muerdan y le den tarascadas sobrevivirá porque no se otea una revolución social capaz de derribarla y ni este contexto ni este monarca tengan nada que ver con los de 1931 por más que se empeñen estos republicanos de nuevo cuño.
Fernando Martínez Serrano 26-12-20
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