Tiene que cambiar la actitud que los partidos constitucionalistas mantienen con independentistas y antisistema. Un giro copernicano.
Es hora de frenar sus juegos, sus travesuras, sus provocaciones a todas las instituciones incluyendo la Jefatura del Estado y explicarles que, como todos los demás, han de someterse al imperio de la ley, que es la piedra angular de un sistema democrático; pero no basta con decirlo, hay que hacerlo. Seguir siendo tolerantes no conduce a nada.
Y no es una amenaza o medida de fuerza (por hacer el juego de palabras: “no es la razón de la fuerza sino la fuerza de la razón”).
Esto no estimulará sus pulsiones, ellos son insaciables por definición.
No es justo que tengamos que padecerlos y aguantarlos.
No sé si el controvertido Cela estaría hoy más inspirado que cuando publicó su novela. Lo que sí parece claro es que en nuestra triste colmena se ha producido una extraña subversión y mandan los zánganos.
Una visión panorámica en el ámbito político muestra abundancia de personas que no provienen del mundo del trabajo – asalariado o autónomo- ni de la empresa o el comercio; predominan los activistas (¡!) antisistema y funcionarios (que son la médula del Sistema).
Como muestra, el núcleo duro de Podemos: mamá-primate es rica por casa, el niño brillante obtiene becas de favor, el fundador y el rostro visible se amamantan financieramente en las generosas ubres de Venezuela e Irán, respectivamente.
Así se pueden permitir el lujo de decir lo que dicen.
El ser humano necesita certeza, seguridad para plantear su vida y desarrollarla. Es una necesidad que Maslow sitúa en segundo lugar, tras las fisiológicas.
La verdad es que no andamos sobrados de ella en los tiempos que corren; más bien abundan los motivos que percibimos como amenazas perturbadoras.
El ridículo esperpento catalán que nunca acabará. La indefinición y falta de coraje de los partidos españoles para hacer posible un gobierno estable. La radicalización de sectores islámicos que ponen en jaque a Occidente sin que se sepa de qué somos culpables. La penuria laboral, por el paro o por la precariedad. Y tantas otras cosas.
Sería deseable caminar hacia la certidumbre pero no parece una meta asequible a corto plazo.
Se mire como se mire, a eso suena la jugada de Pedro Sánchez. Empecinado en una estrategia de pactos que lo enfrenta con muchos barones se saca de la manga una medida rompedora y antiestatutaria: consultar a los casi 200.000 militantes el posible acuerdo con Podemos. Confía en el visto bueno de unas bases que, como en todos los partidos, están más radicalizadas que sus líderes. Así ningunea al Comité Federal que difícilmente corregiría a la militancia.
Hay casos recientes en que ha tomado decisiones sin consultar con nadie pero ahora acerca al PSOE a la estructura asamblearia de los “círculos” que Podemos ya ha superado.
Mal vamos; de pulso en pulso hasta… las próximas elecciones y otro previsible descenso.
Convertir la amenaza en oportunidad, hacer de la necesidad virtud. De la actual encrucijada se sale por elevación, con altura de miras.
Si PP, PSOE y C´S-253 diputados- se ponen de acuerdo realizarían las reformas más estables de la democracia, empezando por la propia Constitución y, dentro de ella, una nueva ley educativa, cambios en la Administración de Justicia, una legislación laboral que alivie la precariedad, mejorar la ley de financiación autonómica, etc.
En dos años se convocan elecciones y cada cual que defienda su papel.
El proceso exige las cabezas de Rajoy y Sánchez, “amortizados” ya en su partido y ante los españoles.
El Sistema ha de mostrar su fortaleza a quienes pretenden asaltarlo.
Si les resulta imposible crear este clima tendríamos que echarlos del escenario político.
De ajedrez a la que estamos asistiendo mostró movimientos muy significativos el pasado día 22.
Podemos: se adelanta con una jugada provocadora, inteligente, cuidadosamente puesta en escena. Da jaque a Pedro Sánchez y lo obliga a pronunciarse.
Rajoy: inesperadamente renuncia a la investidura, rompe el “tempo” de Sánchez y lo fuerza a desvelar su estrategia de pactos.
Rivera: sigue enrocado en la indefinición.
PSOE: exhibe al lince Luena que, en rigurosa primicia, nos desvela que el presidente del gobierno es antisistema (lo dice quien espera apoyos de la CUP y ERC). Nadie quiere ser culpable de la quiebra del partido pero si la racionalidad no se abre camino habrá que imponerla. Un partido es mucho más que su secretario general.
Entre los muchos análisis sobre la nueva situación que vivimos no sé si alguno repara en el papel de los medios de comunicación. Parece que destacan lo superficial y anecdótico sobre lo esencial.
El ejemplo más claro- no el único- lo tenemos el 13 de Enero en el Congreso: se inaugura legislatura, se eligen Mesa y presidente pero todo lo que vemos es una madre exhibiendo impúdicamente a su bebé, un señor con rastas y otras lindezas.
Navegar entre la libertad de expresión, la veracidad, la responsabilidad y la pedagogía no es fácil pero por ser un tema complejo requiere una reflexión y la fijación de unos criterios. Nunca se puede matar al mensajero aunque un toque de atención debería ser bien recibido.
De ajedrez a la que estamos asistiendo mostró movimientos muy significativos el pasado día 22.
Podemos: se adelanta con una jugada provocadora, inteligente, cuidadosamente puesta en escena. Da jaque a Pedro Sánchez y lo obliga a pronunciarse.
Rajoy: inesperadamente renuncia a la investidura, rompe el “tempo” de Sánchez y lo fuerza a desvelar su estrategia de pactos.
Rivera: sigue enrocado en la indefinición.
PSOE: exhibe al lince Luena que, en rigurosa primicia, nos desvela que el presidente del gobierno es antisistema (lo dice quien espera apoyos de la CUP y ERC). Nadie quiere ser culpable de la quiebra del partido pero si la racionalidad no se abre camino habrá que imponerla. Un partido es mucho más que su secretario general.
Se ha creado una intensa polémica por el hecho de que el PSOE cediera cuatro senadores a dos partidos nacionalistas para que pudieran tener grupo parlamentario propio. Ya antes lo había hecho la CUP, esa cosa inmadura, anacrónica y peligrosa con Junts pel Sí para resolver la sustitución de Artur Mas, ese símbolo insuperable de indignidad.
Se habla de fraude electoral y es cierto que se produce una perversión de la esencia de una elección. Los partidos disponen de sus candidatos como quieren, sin respetar la voluntad del elector; podrían presentarse sólo con las siglas y después “rellenar” según los votos obtenidos.
No ocurriría en un sistema de listas abiertas y, menos aún, si hubiese distritos unipersonales. Se respetaría más la decisión del electorado.
Siguiendo ese orden fatídico. Demasiadas muertes en poco tiempo. Compartían su militancia socialista y haber formado parte del Ayuntamiento de Lorca: ella fue una gran concejal de cultura; ellos fueron alcaldes, el primero y el último de los elegidos en democracia.
A Pepe, bondadoso y tranquilo como era, no le resultó difícil establecer acuerdos para gobernar en minoría.
Miguel, emprendedor y dinámico, potenció la gestión que había realizado José Antonio, engrandeciendo Lorca, modernizándola y poniéndola en un lugar destacado del mapa nacional.
Si no fuera porque las comparaciones son odiosas diría que antes se hacían las cosas mejor que ahora, tanto en el partido como en las instituciones.
Chani, Domingo y Conchi los echarán de menos. Descansen en paz. Lo merecen.
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.