AMENAZANDO

 

 

Así es como ha comparecido Anders Breivik ante el juez, con saludo nazi, brazo en alto y gesto orgulloso. Se trata del monstruoso asesino noruego que hace 5 años mató a 77 personas. La mayoría eran adolescentes y jóvenes que estaban en un campamento de juventudes socialistas. Los mató como a conejos, uno a uno, sin darles oportunidad, con absoluta frialdad.

Nadie ha bajado o cortado el brazo con el que disparó y ahora reaparece amenazante afirmando que luchará hasta la muerte por el nazismo.

Fue condenado a 21 años; no tardará mucho en salir a la calle y seguirá levantando el brazo, jactándose de su hazaña y de su ideología y nadie se lo bajará. Juega con esa ventaja. Maldito sea.

 

 

 

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