La que emprende Pedro Sánchez no es envidiable. El trayecto es corto, el vehículo poco potente y los pasajeros difíciles de acomodar.
Desea reformas constitucionales que son impensables con el Parlamento actual. No habrá nueva ley de educación (el PSOE abandonó la comisión) con los nacionalistas. No podrá sustituir la ley de reforma laboral por otra pactada. Sus socios catalanes no se dejarán tomar el pelo con alguna competencia y la mención de la palabra “nación”. Sus apoyos lo jalearán cuando derogue la que llaman ley mordaza. Esperemos que haga pocas concesiones en nombramientos de segundo nivel, etc.
En fin, tiene lo que tanto deseaba y habrá de demostrar la firmeza y autoconfianza de las que presume. Así se mide a un líder, viendo si convierte la amenaza en oportunidad.
Jürgen Habermas es uno de los últimos filósofos y ocupa ya un lugar destacado en la Historia del Pensamiento. Tiene casi noventa años y una frescura mental envidiable (Russell murió con 98 en plenitud de facultades. Se ve que la Filosofía ayuda a mantenerse en forma).
Preguntado por la escasez de pensadores destacados da una respuesta preocupantemente acertada. “No puede haber intelectuales comprometidos si no hay lectores a los que llegar con argumentos”. Disminuye la demanda y también lo hace la oferta.
Tal vez se pueda achacar a la misma causa la carencia de líderes consistentes y atractivos. Somos los ciudadanos los que no damos la talla y vivimos resignados. A ello contribuyen muchos medios y esos nuevos modos de comunicación que hemos dado en llamar redes sociales.
Mariano Rajoy, gestionaba rápidamente la transición, convocaba un congreso y abandonaba el escaño y la presidencia del partido. Su carrera política ha sido larga y amplia, puede ser buen momento para ponerle fin.
Nadie le quitará el mérito de haber capeado con cierto éxito una gran crisis económica y el colapso de parte del sistema financiero o haberse mostrado prudente (¿demasiado?) frente al insoportable golpismo catalán.
Su mayor lastre ha sido tragarse la corrupción, anterior a su presidencia, generada por la financiación de campañas (todos lo han hecho) y el empeño en pagar sobresueldos a sus cargos orgánicos (ahí aparecían las adjudicaciones amañadas y los billetes morados).
Al PP le esperan muchos retos; entre otros, decidir qué tipo de oposición hace y cómo convive con CS.
Es el poder más importante porque a partir de él se diseña la estructura del Estado.
No parece ofensivo afirmar que en España es manifiestamente mejorable, especialmente el Senado, donde existe mucho relleno por motivos partidistas. Podría suprimirse creando una comisión especial en el Congreso que atienda temas territoriales o reformarse seriamente y de una vez como vienen declarando todos hace cuarenta años; en cualquier caso, reducir su tamaño.
En cuanto al Congreso, unas buenas listas abiertas obligarían a los partidos a presentar a los mejores y ganaría el perfil medio de los candidatos en capacidad y cualificación.
Los nacionalistas tendrían su lugar natural en el Senado(o Comisión), el acceso a la otra Cámara debería “dificultarse” obligándolos a presentarse en veintiséis circunscripciones o superar el 5% del voto emitido.
Es el poder más importante porque a partir de él se diseña la estructura del Estado.
No parece ofensivo afirmar que en España es manifiestamente mejorable, especialmente el Senado, donde existe mucho relleno por motivos partidistas. Podría suprimirse creando una comisión especial en el Congreso que atienda temas territoriales o reformarse seriamente y de una vez como vienen declarando todos hace cuarenta años; en cualquier caso, reducir su tamaño.
En cuanto al Congreso, unas buenas listas abiertas obligarían a los partidos a presentar a los mejores y ganaría el perfil medio de los candidatos en capacidad y cualificación.
Los nacionalistas tendrían su lugar natural en el Senado(o Comisión), el acceso a la otra Cámara debería “dificultarse” obligándolos a presentarse en veintiséis circunscripciones o superar el 5% del voto emitido.
Después de la traumática reconquista de Ferraz aquello se ha convertido en un erial donde son pocos los que piensan y menos los que se atreven a corregir al jefe en sus erráticas decisiones.
Acaba de meterse en un intrincado jardín con Podemos y los independentistas catalanes.
El podemita se ríe de él y lo desprecia; lo engañó hace dos años y ahora le vuelve a poner la zanahoria de la moción, lo estimula, pero afirma que su fracaso sería insufrible y que Sánchez tendría que dejar la política. Olvida que él perdió una y ahí sigue, pagando su generosa hipoteca.
Los secesionistas no le perdonan la “debilidad” de haber apoyado el 155 y le piden que lo levante y reconozca la existencia de presos políticos.
Qué verdad es aquello de que la pasión estrecha los campos perceptivos.
Con esa palabra se referían los italianos a la finura que decían tener para componer gobiernos de coalición, lograr acuerdos difíciles.
Pero con el tiempo todo se degrada (allí y aquí).
La última tragicomedia italiana la escriben dos partidos antagónicos- una extrema derecha y un izquierdismo populista facilón- que forman una alianza contra natura, sacan de la chistera un conejo presidencial dado a falsear currículos y pretenden nombrar ministro de Economía a un euroescéptico.
Por suerte, el presidente de la República puede vetarlo y así lo hace, dando paso a un débil gobierno de transición y nuevas elecciones.
Todo eso parece que apunta más a la tosquedad que a la finura. Y ocurre en la tercera potencia europea.
Cuando parecía que entrábamos en una etapa de estabilidad con los presupuestos aprobados y los golpistas bajo el control del 155, la sentencia sobre la trama Gürtel deja al PP con las vergüenzas al aire y provoca un terremoto.
Surgen movimientos oportunistas de todos los partidos: CS quiere unas elecciones que espera ganar; Podemos se lanza a la yugular de Rajoy e “invita” al PSOE a una moción de censura que pronto es aceptada y registrada sin consultar a los órganos de gobierno y, mucho menos, a los militantes.
Rajoy desconcertado, Rivera contrariado, Iglesias exultante, Sánchez expectante, el PNV hamletiano y los secesionistas gozosos. Cada cual con su particular estrategia mientras crece la inestabilidad y el mundo económico expresa su miedo. Hagan juego.
Es la autovía que va de Madrid a Valencia, 357 Km. Pronto se recorrerá como ruta turística de la corrupción pura y dura, intensa y extensa, que contiene todos los delitos correspondientes. Presenta una alta densidad de corrupción (número de corruptos por Km cuadrado).
Para nombrar a sus protagonistas hay que ponerse correcto con el masculino y el femenino porque incluye presidentes y presidentas, consejeros y consejeras, diputados y diputadas, etc.
Lo que vamos conociendo pertenece a una época pasada en la que el presidente del país y del PP era otro que, sorprendentemente, permanece impoluto; pero la factura la va a pagar cara el actual.
CS sube en las encuestas pero no deben pensar que es sólo por méritos propios, tienen una inestimable ayuda.
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.