SUBVENCIONES

 

Tendríamos que partir de la base de que cada euro público es sagrado porque sale del bolsillo del contribuyente.

Por otro lado, está bien que la Administración, desde sus diferentes niveles, conceda subvenciones.

Pero hay que extremar las precauciones para garantizar que ese dinero, nuestro dinero, sólo se destine a organizaciones o instituciones que lo merezcan, que persigan un auténtico interés social y muestren una probada honradez.

La noticia es que un organismo competente e independiente como es la AIREF alerta sobre la falta de coordinación y comprobación que afecta a 14.000 millones anuales que se conceden en España. Es una cantidad tan respetable que exige la adopción de medidas prontas y eficaces de tal modo que nadie pueda pensar que parte de ella se dedique a fortalecer estructuras de partido o al clientelismo político.

 

 

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