Brusca caída

La que está experimentando el deporte español a lo largo de 2014 que se ha convertido en su particular “annus horribilis”. En una visión panorámica aparecen:
FÚTBOL.- La gran decepción, la frustración nacional al ver una selección que llegaba como campeona y quedaba eliminada en fase inicial, encajando siete goles en dos partidos.
TENIS.- El carismático Nadal cayó en Wimbledon ante un joven casi desconocido.
AUTOMOVILISMO.- Alonso no levanta cabeza, está lejos de repetir sus recientes éxitos.
CICLISMO.- Contador, accidentado, abandonó el tour.
La excepción es el MOTOCICLISMO, donde los españoles son campeones indiscutibles.
A ver si en todo esto influye el hecho de que el ministro sea Wert.

Jerusalén

No deja de ser paradójico considerarla un lugar sagrado, el reino de Dios, cuando es el símbolo más descarnado del fanatismo, la peor encrucijada en la que convergen las grandes religiones. Su papel histórico es demoledor, incluso hoy refleja la imposibilidad de que los hombres lleguen a acuerdos racionales.
Con lo fácil que sería respetar que cada cual rece en la mezquita, la iglesia o la sinagoga. Pero es que las religiones parecen contener el germen de la sinrazón y llevar al fanatismo.
No hay mucho que celebrar en esa ciudad hasta que no se convierta en un auténtico espacio de paz y concordia.