Reciente aún el sabor de los higos verdales, uva, granadas; con una buena reserva de carne de membrillo en la nevera, estos días se ha hecho la poda de invierno, que es todo un arte entre las labores del campo, un auténtico proceso educativo del árbol.
La parra, los olivos, los frutales- e incluso los baladres- ya están preparados para la llegada de la primavera. Aparecerá con sones de Stravinsky o de Vivaldi y hará que florezcan melocotoneros, albaricoqueros, perales, ciruelos y manzanos para ofrecer sus frutos en verano. Esto sí que es un ciclo hermoso, telúrico, un concierto que sólo podría verse alterado por la aparición de una maldita helada de esas que producen estragos en una noche.
Acaba de cumplir el rey Felipe VI (para los intelectuales emergentes el ciudadano Felipe). Seguro que no recordará este 30 de Enero como uno de los días más felices de su vida.
Su hermana se sienta en el banquillo, juzgada por delito fiscal. Por otro lado, la formación de gobierno en esta XI legislatura se complica y pone a prueba su papel arbitral y mediador.
La verdad es que en poco tiempo ha vivido experiencias muy significativas, de esas que curten: unos padres cada vez más distanciados; un padre con notorias debilidades que lo llevaron a abdicar; unos cuñados manifiestamente mejorables, el segundo un ambicioso trepa que acabará en la cárcel.
Va madurando el Rey con el verso hernandiano : “A fuerza de golpes, fuerte”.
En Madrid, últimamente, la infancia se ha convertido en un factor de alto riesgo. Es un ayuntamiento donde Podemos ensaya su revolución socio-cultural-ante la ignorancia y la aquiescencia de la alcaldesa- y nos va mostrando su programa infantil: propone que los niños recojan colillas; les muestra una insultante cabalgata de reyes; los invita a presenciar un teatrillo de títeres obsceno y violento hasta hacerles llorar y les hace vivir en la ciudad más sucia de Europa.
¿Hasta dónde creerán que pueden llegar? Es increíble que los actuales dirigentes del PSOE sigan apoyando estas barbaridades a costa de una sangría de votos.
Don Antonio diría: “Madrileñito que al mundo llegas/ te guarde Dios/ estas gentes de Carmena/ desquiciarán tu razón”.
Dicen quienes sobrevuelan el espacio aéreo español que últimamente se observan muchas líneas rojas en el ambiente, que van creciendo en intensidad y longitud conforme pasan los días.
En algunos establecimientos se marcan estas líneas pero es para ordenar una cola de personas que las van sobrepasando. En política no, ahí son fronteras infranqueables, marcan límites que nadie está dispuesto a rebasar.
Todo lo que oímos son vetos y exclusiones: un mismo tema o partido genera aceptación y rechazo en unos u otros.
Tantas líneas han acabado formando un laberinto cuya salida no parece fácil. Cuando más falta hace la sabia mezcla de colores más empeño hay en ser monocromático.
Tiene que cambiar la actitud que los partidos constitucionalistas mantienen con independentistas y antisistema. Un giro copernicano.
Es hora de frenar sus juegos, sus travesuras, sus provocaciones a todas las instituciones incluyendo la Jefatura del Estado y explicarles que, como todos los demás, han de someterse al imperio de la ley, que es la piedra angular de un sistema democrático; pero no basta con decirlo, hay que hacerlo. Seguir siendo tolerantes no conduce a nada.
Y no es una amenaza o medida de fuerza (por hacer el juego de palabras: “no es la razón de la fuerza sino la fuerza de la razón”).
Esto no estimulará sus pulsiones, ellos son insaciables por definición.
No es justo que tengamos que padecerlos y aguantarlos.
No sé si el controvertido Cela estaría hoy más inspirado que cuando publicó su novela. Lo que sí parece claro es que en nuestra triste colmena se ha producido una extraña subversión y mandan los zánganos.
Una visión panorámica en el ámbito político muestra abundancia de personas que no provienen del mundo del trabajo – asalariado o autónomo- ni de la empresa o el comercio; predominan los activistas (¡!) antisistema y funcionarios (que son la médula del Sistema).
Como muestra, el núcleo duro de Podemos: mamá-primate es rica por casa, el niño brillante obtiene becas de favor, el fundador y el rostro visible se amamantan financieramente en las generosas ubres de Venezuela e Irán, respectivamente.
Así se pueden permitir el lujo de decir lo que dicen.
El ser humano necesita certeza, seguridad para plantear su vida y desarrollarla. Es una necesidad que Maslow sitúa en segundo lugar, tras las fisiológicas.
La verdad es que no andamos sobrados de ella en los tiempos que corren; más bien abundan los motivos que percibimos como amenazas perturbadoras.
El ridículo esperpento catalán que nunca acabará. La indefinición y falta de coraje de los partidos españoles para hacer posible un gobierno estable. La radicalización de sectores islámicos que ponen en jaque a Occidente sin que se sepa de qué somos culpables. La penuria laboral, por el paro o por la precariedad. Y tantas otras cosas.
Sería deseable caminar hacia la certidumbre pero no parece una meta asequible a corto plazo.
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.