MADURO

 

 

 

 

Es increíble que haya que seguir soportando las baladronadas, insultos y desafíos de este antropoide zafio y gritón que tanto daño está causando en su país. Avanza con paso firme hacia una dictadura sin cortapisas ni eufemismos. Anula el poder legislativo y se propone designar una nueva Asamblea Constituyente, reprime a tiros a los manifestantes y crea una milicia armada por si surgen dudas en su guardia nacional.

Sanciones económicas internacionales o embargos serían contraproducentes porque empobrecerían aún más a los venezolanos.

La solución más  rápida estaría en manos del Éjército, que debería ponerse de parte del pueblo aunque sus mandos deben estar convenientemente corrompidos.

Hasta el mismísimo Simón Bolívar- al que tanto invocan-reprobaría su conducta.

 

 

PLURIPARTIDISMO

 

Es el mejor reflejo de la diversidad ideológica y desarrolla el artículo 6 de la Constitución. Lo difícil es poner en relación el número de partidos con la mejor o peor gobernabilidad.

La mayor parte del tiempo hemos vivido en el bipartidismo y con ese modelo se consolidó la democracia, se modernizó España y se logró el Estado de Bienestar. La crisis y el cansancio propiciaron la aparición de otros dos partidos, y en esas estamos, lejos de haber demostrado que sea un modelo más eficaz.

Falta ensayar un acuerdo temporal a tres bandas- PP, PSOE y C´S- que representaría al 75% del electorado y podría afrontar los grandes cambios pendientes, una modificación de la Constitución y dejaría fuera(porque no querrían integrarse) a independentistas, radicales y antisistema.

 

 

SÍ, PERO…

 

 

 

 

Las presidenciales francesas se han resuelto del modo más razonable y Descartes puede descansar tranquilo en su tumba.

Pero la extrema derecha obtiene los mejores resultados de su historia, uno de cada tres votantes respalda a su candidata. También la abstención ha sido alta debido, en parte, a las recomendaciones de uno que se dice de izquierdas.

Estos líderes populistas no ofrecen soluciones viables pero sirven como válvula de escape a unos ciudadanos frustrados por la inevitable globalización.

A ver si las legislativas ayudan a disminuir el peso de la extrema derecha y permiten que se gobierne tranquilamente en Francia para seguir ahormando una Europa más homogénea e integrada en cuyo “núcleo duro” figurará España.

 

 

 

INSOPORTABLE

 

Se está volviendo el ambiente político. Si nos visitase Hamlet diría que todo huele a podrido en España.  Se entiende que en las encuestas del CIS aparezca sistemáticamente la corrupción como primer problema.

No se habla más que de UCO, UDEF, Audiencia Nacional, imputados, fiscales (que parecen atender más a los intereses de los delincuentes que a los de la sociedad), grabaciones, ingresos en prisión, cuentas… Puedes oír un informativo dedicado sólo a estos temas, las tertulias echan chispas para deleite de ciertos “moderadores” especializados en resaltar lo negativo.

Algunos pseudopolíticos disfrutan y agitan la calle. El presidente del gobierno dice que hay que esperar que pase la tormenta pero esto no parece que vaya a escampar.

El pueblo aguanta estoico.

 

 

 

PARTIDOS

 

Hoy no muestran la fuerza y la seriedad que tuvieron durante la Transición y en la década de los 80. Tal vez sea normal que se vayan debilitando conforme se consolida la democracia.

Pero aparecen algunos indicadores preocupantes: ganan elecciones candidatos sin partido y fracasan aquellos que han sido elegidos en primarias. Parece que los militantes que quedan se radicalizan, perdiendo capacidad crítica, y no “coinciden” con los votantes, no son una pequeña muestra del electorado de su partido y eso es lo más  grave que puede ocurrir.

Los ejemplos socialista francés o laborista británico son muy elocuentes.

Y aquí un mixtificador demagogo, cegado por sus fracasos, está a punto de arruinar al partido más veterano.

Se impone una reflexión seria y profunda.

 

 

AVAL Y VOTO

 

 

 

 

 

Lo normal sería que ambos coincidieran cuando el militante se decide por uno de los candidatos que concurren en las primarias del PSOE. La diferencia consiste en que al prestar el aval has de identificarte mientras que el voto es secreto. Puede ocurrir que alguien se sienta “condicionado” y avale a uno pero vote a otro el día 21. Todo puede pasar con una militancia tan intoxicada por el exsecretario que cree estar votando sí o no a Rajoy.

Un buen resultado sería: Díaz, 50%-Sánchez, 35% y López, 15% ( tal vez lo escribo con más deseo que convicción). Así, desaparecería el dinamitero, el partido se iría recomponiendo y empezaría a hacer una oposición seria y creíble frente a este PP empantanado.

 

 

MÉLENCHON

 

Al saber que el candidato presidencial francés de Izquierda Insumisa tenía orígenes murcianos y presumía de hablar bien español se suscitó cierta curiosidad y simpatía por él.

Al ir conociendo su programa y sus declaraciones se produjo un cambio ostensible y hasta sería dudoso que los muchos “melenchones” que viven por aquí lo apoyasen.

Quería sacar a Francia de la OTAN y la UE, acabar con el euro y no pagar la deuda (“porque tengo una bomba atómica”¡!). No se atreve a pedir el voto en la segunda vuelta para el candidato de una izquierda moderada y la de extrema derecha dice que cuenta con su apoyo. Los extremos se tocan. Es uno de esos “illuminati” populistas que tanto se prodigan últimamente.