Cegados como
están con su campaña antimonárquica y reivindicativa de la República siguen
empecinados en identificar persona con institución.
Ciertos
comportamientos del rey Juan Carlos son poco edificantes, pero en absoluto
pueden esgrimirse como causa para cambiar la jefatura del Estado.
Monedero e
Iglesias son personajes esencialmente corrutos y no por ello se pide la
disolución de Podemos; ha habido empresarios corruptos, pero nadie pide la disolución
de la CEOE; varios sindicalistas han cometido tropelías y no se condena a UGT o
a CCOO. Se podrían utilizar otros muchos ejemplos, pero nada va a impedir que
los podemitas sigan con su campaña. Es su gran baza demagógica y populista para
intentar frenar la caída electoral que les están vaticinando diferentes encuestas.
Y estas
gentes nos están gobernando… porque otros lo están consintiendo.
Otro pleito
de nuestra historia reciente que queda resuelto. Lo pierde la familia Franco y
lo gana el Estado español. Cada vez que surge algo relacionado con el
franquismo se activa la vicepresidenta Calvo dispuesta a ponerse la medalla y
seguir metiendo miedo con sus tópicas declaraciones.
Ahora se
abre un nuevo pleito que promete ser interesante. Se trata de establecer
legalmente a quien pertenecen la finca y el palacete, si a la Comunidad o al
Estado central.
Galicia es
una Comunidad histórica que convive pacíficamente con los gobiernos centrales,
no crea tensiones como hacen Euskadi y Cataluña.
Pero
seguramente Feijóo convertirá el tema del pazo en casus belli, lo vinculará con la identidad regional y exhortará a
los gallegos para que no se dejen robar por el PSOE, aunque la vice pierda su
juguete.
O es cesado,
que para el caso sería lo mismo. Finalmente el INE confirma lo que todos
sospechábamos: las cifras de fallecidos por Covid estaban trucadas. Son 18.557
más de los reconocidos.
El ministro
tiene la cara dura de calificarlo como un “desvío menor” y su portavoz pelanas
nos tomó el pelo cuando dijo que el desfase “puede deberse a un accidente de
tráfico enorme”.
Se demuestra
que el Ministerio de Interior daba órdenes a la policía y coordinaba el
traslado de inmigrantes ilegales desde Canarias a la Península, algo que era
insistentemente negado por Grande-Marlaska y por la ministra portavoz. No es
fácil admitir que dejas en la calle a centenares de personas sin rumbo y sin
control sanitario, auténticas bombas rodantes en potencia.
Y ellos son
los que van a crear un “ministerio de la verdad”.
Esto en un
Gobierno serio de un país serio no pasaría.
La política
fiscal siempre será un tema capital en un país; aquí, con las 17 Comunidades,
el modelo se complica porque se les ceden impuestos y empiezan los problemas por
agravios comparativos cuando lo deseable es que exista igualdad entre
territorios.
El Gobierno
está dispuesto a considerar el tema de la armonización porque es una exigencia
del miserable socio catalán que se ha buscado. ERC, lejos de hacer autocrítica
de su nefasta gestión, quiere doblegar a Madrid, no asume que las empresas
huyen de Cataluña por culpa de ellos y no por la menor fiscalidad madrileña
(que siempre será de agradecer por quien paga).
Sería una
deriva grave de este Gobierno fallido, supondría recentralizar competencias
transferidas. Les molesta profundamente que este modelo de impuestos sea más
eficaz que el de su manual progre.
A ver si
también armonizan en Sanidad y Educación. Pero ahí no los dejan tocar.
“Me pongo
serio y les digo que si pertenecen a la mayoría no pueden entorpecer un
proyecto del Gobierno y que si se empeñan en leer su proposición yo presentaré
la cuestión de confianza; si ganan la votación yo dimito y en paz”
¿Se imagina
alguien que hoy Sánchez tuviera ese diálogo con el amo de Podemos? Suena a
música celestial, a racionalidad y coherencia políticas.
Lo dijo
Azaña en Diciembre de 1931 dirigiéndose a los socialistas que formaban parte de
su Ejecutivo.
Este que nos
semigobierna ahora se autoproclama “azañista” pero no tiene ni idea de lo que
está diciendo; debe ser que Redondo le ha sugerido que queda muy bien
diciéndolo.
La actividad
política está necesitada de recuperar una dignidad que es más necesaria que
nunca. Con los líderes que tenemos es una misión imposible.
Si Rodríguez
Zapatero persiste en esa conducta va a dar pie a una doctrina y ser objeto de
estudio en las facultades de Ciencias Políticas. Y parece que sí porque es la
enésima visita que realiza a Caracas para apoyar al autócrata Maduro, ilegítimo
presidente venezolano, rechazado por la mayor parte de la comunidad
internacional.
No está
claro por qué acude este hombre allí, cuál es su misión. Yo creo que ni el
buenismo que se le atribuye ni la estupidez, siendo mucha la que atesora,
justifican este comportamiento. Es más fácil pensar en el dinero procedente del
petróleo y del narcotráfico.
Habrá que
redactar una ley sobre expresidentes y así como se les asignan algunos
privilegios vitalicios también se les debía prohibir que interfirieran en temas
internacionales controvertidos y en pro de personajes que son rechazados en
España y en la UE.
Es difícil
medrar tanto, “hacer carrera” tan intensa y rápidamente como el joven Iglesias.
De agitador universitario a vicepresidente, de un piso modesto en Vallecas a un
chalet de lujo en la Navata.
Todo su mérito
consiste en haberse cruzado en el camino de un político ambicioso y carente de
principios que dice ser socialista.
Ahora está
hiperactivo. Ha cerrado filas con los independentistas; exige indultos para los
presos catalanes; chantajea con presentar enmiendas para conseguir la ley que
busca; amenaza a la oposición asegurándoles que nunca volverán a gobernar;
quiere impone la semana de cuatro días; consigue una protección policial para
su casa digna de un jefe de Estado; quiere que Bildu elija jueces para el CGPJ
(pasarían de matarlos antes a nombrarlos ahora); interfiere las actividades de
otros ministros llegando a veces a humillarlos…
Pero el auténtico
responsable es quien le otorga ese poder y lo deja hacer.
Es uno de
los rostros visibles de lo que ellos llaman el nuevo PSOE, portavoz del partido
y alcalde de Valladolid. Es el perro de presa que sacan para que muerda cuando
se trata de descalificar o insultar a antiguos militantes, esos que hicieron
posible que él esté hoy donde está.
Es un
acreditado bon vivant, adorna su
curriculum con un master inexistente, tiene una vivienda de lujo y juega al
golf con su chófer en horario laboral. Ha pasado unos días de vacaciones en el
yate donde un empresario amigo suele cerrar sus negocios y en justa
reciprocidad le ha adjudicado a su empresa un contrato de 200.000 euros.
Supongo que eso
es lo más parecido a un cohecho. Una vez descubierto no acierta a dar explicaciones
convincentes. Habría que oírlo si llega a tratarse de un cargo del PP.
¿Es este el
mejor modelo de los “nuevos socialistas”?
Dice un
militar retirado y descerebrado que todo se arregla matándonos a 26 millones de
españoles, cada uno con su bala en la nuca. A eso se une un ruido de fondo
proveniente de los ejércitos de Aire y Tierra con escritos dirigidos al rey en
los que muestran su preocupación por el rumbo que toman los acontecimientos.
Ven que se resquebraja la unidad territorial y observan como cobran
protagonismo quienes hasta hace poco militaban en ETA y asesinaban, entre
otros, a militares. Consideran que ya nada puede frenar la ambición de Sánchez
salvo un nuevo caballo de Pavía.
Flaco favor
le hacen al rey asociándolo con una postura de fuerza ajena a la Constitución.
Haría bien
Pedro Sánchez en llamar a Casado y Arrimadas para hablar en serio y dotarnos de
un período de tranquilidad durante el cual se pueden hacer muchos cambios.
Creo que el
rey Juan Carlos pasará a la Historia con un saldo positivo, lo que hizo por su
país en una etapa delicada y quebradiza pesará más que sus debilidades. Dicho
brevemente: un buen rey, un ciudadano poco ejemplar.
A la luz de
lo que se descubre y publica sobre comisiones, cuentas ocultas, blanqueo, gatos
suntuosos y generosos regalos a mujeres que se cruzaban en su vida es
inevitable volver la vista atrás y ver con otros ojos episodios que entonces apenas
se insinuaban: Javier de la Rosa y KIO, Mario Conde que pudo obsequiarlo con
algo más que un “picadero”, los ires y venires de Manuel Prado, el cese de
Sabino Fernández Campo, etc.
Todo compone
la imagen de un hombre obsesionado por el dinero y las mujeres y aficionado a
lujos excesivos para un Jefe de Estado que cobra del erario público.
Fernando
Martínez Serrano 27-11-20
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.