Al andar, decía el bueno de D. Antonio. En España, desde las últimas elecciones municipales, estamos observando que cuando la estupidez se pone en marcha su recorrido es ilimitado.
Aparecen una Reina Maga junto a los otros dos reyes (así conquistan la igualdad entre sexos), los niños recogecolillas de Madrid (así se limpia una ciudad sucísima) o el veto al Rey en Navarra para asistir a un acto.
Que haya cretinos ocupando cargos públicos no es nuevo ni grave, el auténtico problema es que mucha gente los vota y alimenta y un partido serio los apoya y los sustenta.
El único diagnóstico posible es que este país está necesitado de un gigantesco proceso de reflexión.
Decía Churchill que el principal argumento en contra de la democracia son cinco minutos de conversación con el votante medio…
Es importante esa reflexión por parte del país, pero antes es urgente una reforma educativa que nos permita obtener el criterio necesario para realizar la reflexión.