Se le acumula el trabajo. Sus magistrados van a tener que resolver causas penales que afecten a nuevos diputados y senadores tras el 20D, estando por tanto aforados. Pertenecen a Podemos y a Bildu, son traficantes de droga, apologetas de asesinos etarras, agresores de policías en manifestaciones y antisistema todos.
Debe ser mucha la indignación, la violencia contenida tras la frustración y el fracaso que anida en amplios sectores de nuestra sociedad cuando se elige a personajes de esta catadura para encarnar la voluntad popular, para que sean quienes legislen y habiten en la Administración del Estado.
Esto sólo puede combatirse con un gran alarde de racionalidad y pedagogía. Con esta gente-o gentuza-no puede iniciarse viaje político alguno.