Como consecuencia de los nuevos tiempos políticos ha nacido una estrella que surge con gana de ocupar pronto su propio espacio. Proviene de la galaxia del independentismo catalán y milita en ERC. Se llama Gabriel Rufián y es digno sucesor del enloquecido Tardá. Se muestra frío, cínico, insultante y parece enemigo de la nación, de la monarquía, del sistema y de todo lo que se mueve.
Dice que viene al Congreso de un Estado vecino con la misión de contribuir a debilitarlo. Mientras tanto, no le importa vivir de quienes pagamos impuestos a ese Estado opresor.
Teniendo en cuenta que un rufián es el que vive del engaño, podría pensarse que este joven hace honor a su apellido. Habrá que seguir su trayectoria.