Visto el amplio espectro de personas implicadas en los “papeles de Panamá” se puede afirmar que el impulso de evadir impuestos es universal. Aparecen gentes de ciencias y de letras, gobernantes y gobernados, de izquierdas y de derechas, del este y del oeste, unos más cínicos que otros.
Todos son grandes benefactores en defensa del Estado de bienestar y de mayores cotas de justicia e igualdad.
No nos engañemos. En esta mierda de sociedad que hemos creado seguirán existiendo los paraísos fiscales porque en ellos se cobija el dinero negro o, simplemente, la inseguridad.
Los que amenazan con grandes subidas de impuestos para cumplir irresponsables promesas alimentan el tema y en un mundo globalizado nadie puede poner puertas al campo.