Formalmente ya ha empezado aunque llevamos seis meses de larguísima y decepcionante campaña electoral.
Ojalá sirva para que los candidatos nos expliquen cómo sostener un sistema sanitario, unas pensiones garantizadas y suficientes o una atención eficaz a las personas dependientes cuando la población activa mengua y la pasiva crece; cómo clarificar un sistema educativo cada día más confuso y alejado de la realidad. Todo ello con predisposición al pacto, al acuerdo de unos con otros. De ese modo nos animarían a votar el día 26.
Pero me temo que seguiremos viendo líderes incapaces, ensimismados, que hacen del veto y la crítica su bandera, que no poseen un discurso propio sino que atacan el ajeno, pendientes de las encuestas y el mensaje corto.
Te vengo siguiendo ya un tiempo y cada vez estás mas acertado en tus comentarios. ¡Que pena que el «respetable» tenga tan poco criterio y tome partido por «a» o «b» sin siquiera hacerse un planteamiento previo y razonado! Así nos va y, desgraciadamente peor nos irá
Muchísimas gracias por el elogio de amigo. La verdad es que no parece ser la razón, la reflexión la que orienta nuestro voto ni siquiera ahora que sabemos más que el 20D.
La consecuencia sólo puede ser la que apuntas:que esto irá empeorando.