La sufrida militancia, la que sustenta a los partidos políticos, hace un efecto multiplicador de sus programas y se identifica con sus líderes no se ve correspondida por ellos que con frecuencia la ponen al servicio de sus intereses personales.
El líder del laborismo británico- que aportará poco a la historia de ese partido- ha sido recusado por el 81% de su grupo parlamentario pero dice que no dimite porque lo apoyan los militantes.
Por aquí, Pedro Sánchez, cada vez que “choca” con los barones del PSOE amenaza con la consulta a las bases; poco importa que antes hasta tomado decisiones muy importantes totalmente a espaldas de la militancia.
No obstante, sigue siendo más democrático celebrar elecciones primarias que no hacerlo.