Y hasta el final, que es lo mismo que morir matando. Esa es la actitud del gobierno inglés liderado por su nueva jefa. Para negociar la desconexión de Europa ha nombrado a dos ministros beligerantes con la causa y, de postre, hace ministro de Exteriores a Boris Johnson, uno de los abanderados del “brexit”, esa especie de clon de Trump, igual de superficial y fanfarrón que él.
Es lo más parecido a un guante lanzado a la UE con la que tendrá que dibujar el nuevo mapa de relaciones, ya como país independiente.
El otro gran incendiario, Farage, debe tener mala conciencia y dice que abandona la política…pero sigue como eurodiputado, cobrando 12.000 euros mensuales (2.000 más que el peluquero de Hollande).
¡Ingleses!