Ese día toma posesión el nuevo presidente de EEUU. Sin duda, y más que nunca, va a ser una fecha histórica que traerá consigo importantes cambios a escala mundial.
Aparte de las estupideces propias de su excentricidad, veremos medidas de más calado.
Se incrementará la tensión judeo-palestina; el futuro embajador ya avisa: “Mantente fuerte, Israel, que se acerca el 20 de Enero”.
Los defensores del medio-ambiente oirán negar el cambio climático, verán aumentar las emisiones de CO2 procedente de la industria y las petroleras explorarán nuevos yacimientos.
Los diplomáticos-espías rusos volverán a Maryland. Las compañías sanitarias verán languidecer la reforma de Obama y crecer sus pólizas de seguros. El amigo Putin decidirá sobre Ucrania con una OTAN más débil.
Se endurecerán las relaciones con Cuba, se tensarán con China… y así sucesivamente.