El increíble hombre de cabeza amarilla formuló muchas promesas durante la campaña electoral, aunque más bien eran amenazas. Cuando lleva dos meses invadiendo la Casa Blanca podemos ver cómo muchas de ellas se van modulando; las demora, las modera o se las impiden jueces y congresistas.
La penúltima que ha anunciado es que piensa acabar con ese grupo de fanáticos asesinos que es el Estado Islámico y que matará a su jefe, el sedicente califa Abu Bakr al-Baghdadi.
A ver si hay suerte y ésta la cumple en su totalidad. Además, él no escondería el cadáver, como hizo Obama con Bin Laden, sino que lo anunciaría en twitter y lo mostraría al mundo.
Habría declaraciones políticamente correctas pero todos nos alegraríamos y sentiríamos cierto alivio.