La Historia no se repite pero sí muestra acontecimientos similares a lo largo del tiempo. Uno es el cesarismo, la tendencia a concentrar el poder en una persona removiendo los obstáculos que lo impiden.
Pedro Sánchez tuvo su “veni, vidi, vici” pero venció con ayudas que luego despreció; ha cruzado su “rubicón” y emprende una guerra civil para la que todo le sirve; aspira a ser aclamado por unas engañadas bases y debilitar la estructura tradicional del partido; creó una formación paralela con sede propia para aumentar la afiliación y tiene una financiación poco transparente.
Ya sabemos cómo acabó Julio César. Lo mejor que le puede ocurrir a Sánchez es salir derrotado en los idus de Mayo porque será beneficioso para el gran partido que es el PSOE.