En una película genial  Berlanga coloca a Escobar y López Vázquez en su salón, presentados a los turistas visitantes como: “Marquis of Leguineche and son, end of the saga”.

En Corea del norte celebran el centésimo aniversario del fundador de la saga más sanguinaria que ha gobernado ese país, una dictadura comunista vitalicia y hereditaria.

La paz mundial ganaría si esa dinastía se extinguiera con el dictador actual, un impresentable capaz de las peores atrocidades que actúa con la misma mano de hierro que sus predecesores. Podría reunificarse Corea.

Trump se quiere reconciliar con el mundo y ha encontrado un buen medio golpeando o amenazando aquello que es odiado por todos, por ejemplo, el Estado Islámico o Kim Jong-un.