Ganó las elecciones en Noviembre gracias a Putin con sus ciberataques y al FBI desvelando correos electrónicos, factores “exógenos” que perjudicaron seriamente a Hillary Clinton.
La conexión USA-Rusia parece cada día más clara y ahora estaba siendo investigada por el mismo director del FBI, James Comey. El presidente, en un alarde de cinismo, lo cesa con uno de sus agresivos plumazos y ofrece explicaciones confusas, contradictorias y amenazadoras. También se ha reunido con el ministro ruso de Exteriores sin foto o nota de prensa.
Los americanos se van convenciendo de que lo mejor que se puede hacer con este hombre es promover un impeachment, destituirlo o que se convenza de que lo suyo no es gobernar y vuelva a su torre dorada para seguir como empresario.