Y no baja muy limpia precisamente. Se ha propuesto a la RAE cambiar un conocido refrán para que diga: “algo tiene el agua cuando la corrompen”.
El escándalo más sonado es de agua potable, el canal de Isabel II, y tiene en la cárcel a un expresidente autonómico madrileño.
Con el agua del mar ha habido muchas irregularidades y hay desaladoras con dudosa financiación, como la de Escombreras.
No se libran las aguas residuales, las depuradoras, y en Valencia hemos conocido el último fraude.
Para completar la colección falta que salte algún escándalo relacionado con la construcción de piscinas climatizadas en los centros deportivos.
Siempre se trata de empresas con escasos controles y gentes con muchas ganas de enriquecerse.