Es un tema inacabable y terriblemente dañino porque erosiona el sistema democrático y hace posible la aparición de oportunistas políticos beneficiarios de la indignación que causa.
Algún día habrá que escribir un tratado, una gran tesis doctoral que la estudie en toda su extensión. Contendrá un capítulo dedicado a la “corrupción en familia” de la que hemos tenido casos notorios: un expresidente madrileño con su hermano y su mujer, el payaso jerezano ya muerto cuyos seis hijos se enfrentan a penas de prisión o la congregación catalana con su madre superiora y todos los miembros familiares corruptos.
Se dice que en España la toleramos porque cada cual en su ámbito y a su escala la practica en cuento tiene ocasión.
¿Será cierto?