Yo me he referido algunas veces a esa mayoría sensata y silente de catalanes diciendo que estaban obligados a mostrarnos su fuerza y sus argumentos. El pasado Domingo lo han hecho de un modo contundente y catártico.
La concentración ha sido de amplio espectro: hubo gentes de derechas aplaudiendo a un comunista serio como es Francisco Frutos (¿qué pensará el traidor Garzón?) y estaban juntos los tres partidos constitucionalistas.
Si se hubieran manifestado con anterioridad, ante cada Diada y cada “festejo” nacionalista, tal vez no se habría llegado a estos límites de frenesí secesionista. Pero, en fin, nunca es tarde si la dicha es buena… y la democracia suena.
Tenemos que demostrar que somos capaces de convivir aun sintiéndonos diferentes.
El 21-D viene interesante.
Qué hermoso espectáculo ver ciudadanos y partidos de distinto signo unidos por la defensa de España. Ojalá dure mucho este espíritu. Por el bien de todos, incluido el de los enemigos de la Nación, aunque ellos no sean capaces de comprenderlo.
Debería durar y traducirse electoralmente en una victoria de los partidos constitucionalistas que,anteponiendo el interés general a su visión partidista,podrían componer un gobierno de coalición.
A ver si se calmaban los ánimos durante un cierto tiempo.Aunque yo estoy con Ortega en aquello de que el problema catalán es perpetuo,no tiene solución y sólo podemos conllevarlo.