Todo proceso electoral produce efectos en los partidos implicados y así ha ocurrido en Cataluña. Tal vez el más perjudicado haya sido el PP que no puede formar grupo parlamentario y no ha sabido captar el voto constitucionalista; su fuerte retroceso frente a Ciudadanos va crear una crisis de largo recorrido que afecta sus líderes locales, a la vicepresidenta e incluso a Rajoy. Algunos en el partido recitan a García Lorca: “las navajas de Albacete, bellas de sangre contraria, relucen como los peces”. Otros valientes como Margallo y Aznar critican y atizan el fuego desde fuera.
Lo increíble es que no paguen su factura quienes organizaron el referéndum ilegal si se observan sus consecuencias, el mal que han producido.