EL PROCESO

 

La corrompida derecha nacionalista se radicaliza para ocultar su corrupción. Empieza la provocación al Estado. La CUP decide sustituir a un presidente desgastado por otro más fanático y tonto que pronto hace un gobierno a su medida. Sigue la provocación. Movilizan todos sus efectivos a través de ANC y Omnium, previamente financiadas, llenan las calles y agitan sentimientos. Hablan de independencia, incumplen toda ley, engañan

a la policía. La provocación alcanza el máximo nivel.

Las instituciones estatales empiezan a responder provocando miedo y división; unos van a la cárcel, otros huyen.

El 23 de Marzo hay un pronunciamiento contundente del Tribunal Supremo que pone fin a esta fase procesal.

Bienaventurado sea el juez Llarena porque él hace que prevalezca el Estado de derecho sobre la aventura nacionalista.

Continuará…

 

 

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