Desgraciadamente en las elecciones catalanas se tiende a repetir un resultado muy ajustado entre independentistas y unionistas, de tal modo que deja como árbitros a los escasos diputados de la CUP. Entonces se ponen solemnes, dicen que debatirán intensamente, convocan asambleas, nos lanzan sus diatribas y amenazas…para acabar claudicando.
Ya son actores recurrentes de este siniestro proceso y no engañan a nadie; cada día está más claro que son vividores de la política perfectamente instalados en el Sistema que dicen rechazar.
Se han abstenido para hacer posible el nombramiento de un nuevo fantasma fanatizado y si hubieran tenido que votarlo lo habrían hecho.
Cuando el funcionamiento de una Comunidad depende este tipo de comunas, la situación es grave y su solución se aleja de parámetros racionales.