Por un lado tenemos una legislatura corta y por otro la necesidad de acometer una serie de reformas que todas las fuerzas políticas demandan.
A eso podemos sumarle que es propio de líderes inteligentes saber convertir las amenazas en oportunidades y velar por el bien común.
A partir de ahí podríamos entrever un panorama alentador para que PSOE, PP y CS se encerrasen y llegaran a acuerdos sobre: alguna reforma constitucional referente al TítuloVIII, convertir el Senado en Cámara de representación territorial y espacio para nacionalismos, elaborar una sólida ley de Educación, retocar la ley electoral, el sistema de financiación autonómica… y otras cosas que aquí no caben.
No se hará pero ¿tan difícil sería intentarlo? La mayoría de los españoles lo agradecería.