El comportamiento de García Margallo en el proceso de primarias que vive el PP sólo se entiende desde el reino de la psicopatología. Es un buen ejemplo de lo peor que puede mostrar un partido.
Ya dejó claro al principio que se presentaba contra la exvicepresidenta, curiosa motivación para quien presume de intelectual.
No soporta la frustración que le produjo el hecho de que su amigo Rajoy lo cesara por impertinente y coñazo, se muestra agresivo. Es de los que no soportan que la Historia se escriba sin ellos; tacha de codiciosos a los que persiguen lo mino que él y dedica desprecios machistas a las candidatas (“esto no es un concurso de mises”).
¿Qué militantes pueden elegir a un candidato así? Supongo que será el menos votado, pese a sus exhibiciones televisivas.
Los sinónimos de petulancia son: presunción, vanidad, jactancia, arrogancia, pedantería. De todos ellos con suma y sin resta está haciendo gala el señor Margallo
«A perro flaco to son pulgas»…. Al PP , en medio de estas primarias de maripilis enfrentadas, jóvenes de master express y políticos poco mediáticos, le ha salido este jarrón chino resabiado y faltón
Lo siento por los que intentamos mantener la fe en este partido, los que a pesar de las adversidades intentamos ver la parte positiva , pero de verdad que nos lo han puesto imposible Espero por el bien de España que pongan cordura a tanto desmán
No llames «maripilis» a las candidatas que las feministas te van a regañar.Bromas aparte, llevas razón en que el PP atraviesa una situación delicada y eso no es bueno ni para el partido ni para el país.
Un abrazo y gracias por los acertados comentarios.