Dice el refrán que salta donde menos lo esperas. No era fácil pensar que la Filosofía iba a ser reivindicada desde los despachos de Silicon Valley, donde habitan entre big data y algoritmos esos jóvenes creativos que diseñan plataformas y aplicaciones que acaban vampirizándonos, empobreciéndonos.
Buscan a filósofos que den sentido global a sus hallazgos parciales, que construyan el rompecabezas con las piezas que ponen ellos, mentes capaces de anteponer la reflexión a la acción, porque no basta con que algo pueda hacerse para que deba ser hecho, que aporten un componente ético (la Ética es la parte de la Filosofía que reflexiona sobre la moralidad de nuestra conducta)
Bienvenida sea esa búsqueda de la Filosofía que siempre será beneficiosa. Por aquí, castigándola y rebajándola en los planes de estudios.