No puedes poner en la Casa Blanca, con todo lo que ello implica, a un ser tan burdo y primario que carece por completo de sentido institucional y de Estado. Es altanero, grosero, putero y no distingue entre lo privado y lo público.
En un país pequeño perjudicaría sólo a sus habitantes, en la presidencia de EEUU causa perjuicios al mundo entero, genera tensiones innecesarias y peligrosos desequilibrios. Su megalomanía y afán de proteccionismo alteran los mercados internacionales. En fin… para qué seguir.
Si a partir de Noviembre Trump sigue en su puesto, habrá que culpar a la América profunda y a unos senadores pusilánimes.
Lo que menos necesita este desquiciado mundo es que el presidente de la primera potencia sea también el más insensato.