El presidente Sánchez fue abucheado el 12 de Octubre y no sé si era necesario citar a los expresidentes socialistas para proclamar su “Yo también”.
Su “error posicional” en el besamanos ha sido motivo de crítica y burla. Creo que se trató de un lapsus, pero ya Freud nos enseñó que esos actos fallidos indican mucho más de lo que parece, hay que interpretarlos.
Si a eso le sumas la fantasmada de los guardaespaldas en Nueva York, que posa junto a alguien y dice que ha sido una entrevista, que usa avión oficial para su ocio familiar, que festeja sus acuerdos con quienes lo chantajean y exprimen, que manda a un “ex” tonto a negociar con un etarrra…se va configurando un perfil inquietante: el de alguien obsesionado por mantenerse y a quien nada le hará cambiar el rumbo.