Posiblemente en Cataluña se esté gestando a fuego lento y en secreto una nueva edición del tripartito de triste recuerdo. Ese debió ser el tema de conversación en la cárcel entre Iglesias y Junqueras, aparte de los Presupuestos.
Sentado el pacto PSOE-Podemos, se van encajando las piezas. Iceta encantado porque él siempre habló de puentes (es el “pontífice” por antonomasia) y ve un modo de reforzar al PSC. ERC se aleja cada vez más del PdCat del orate Puigdemont y vería la oportunidad de formar gobierno con el apoyo de los otros como fuerza nacionalista hegemónica.
Todo esto lo imaginan con un gobierno central formado por el tándem Sánchez-Iglesias que sería más comprensivo con el independentismo y concedería los indultos pertinentes a los por entonces condenados golpistas.
¿Fantasía o realidad?