En Italia los inmigrantes ilegales se han empeñado en llevar al impresentable Salvini hasta la presidencia del gobierno.
Un grupo de subsaharianos ha torturado, violado y asesinado a una chica italiana de 16 años. La gente se indigna, el ministro hace sus típicas declaraciones y sus apoyos aumentan.
Es un tema infernal porque se presta a la demagogia y a criticar a quienes la hacen, pero lo cierto es que dejar en las calles a gente joven, ajena a una sociedad, sin oficio ni beneficio, no puede producir efectos positivos sino todo lo contrario, generando un fuerte rechazo social.
(La “caravana” hondureña que marcha sobre EEUU también aúpa a Trump)
El tema sigue sin abordarse seriamente, desde la racionalidad y globalidad que requiere. ¿Hasta cuándo?
Me temo que este tema no tiene remedio. A quien se atreva a plantear la amenaza de la inmigración ilegal en términos racionales, lo tachan inmediatamente de ultraderechista. Así que, como los socialdemócratas no osan hacer frente al desafío, nos terminará gobernando la ultraderecha…
Es tremendo tener que aceptar esa especie de destino inexorable pero todo apunta en esa dirección.Creo que asistimos en directo a un gran error histórico.No es fácil afrontar el tema de los flujos migratorios pero ignorar y posponer seguro que no es la solución.