Es terrible saber que un exaltado peliculero con poco cerebro y mucha sed de venganza pretendía disparar contra el presidente del gobierno.
Es peor oír a algún desgraciado de esos que quedaron frustrados el 23-F decir que tenía que haberlo conseguido.
Un socialista veterano (80 años) sostiene que Sánchez está cometiendo serios errores y crispando más de lo necesario.
Si medir los tiempos es importante para un político, más aún lo es vivir a tono con los ritmos históricos. Sería bastante estúpido crear climas similares a los de hace 83 años, aunque afortunadamente las circunstancias sean diferentes.
Sánchez, empecinado por su ambición, provoca a la Banca, al Poder Judicial, a la Iglesia…y a toda institución que quede fuera de su caladero de votos.