La aparición de un nuevo actor en la escena política está obligando a los partidos a revisar sus criterios y principios para seguir convenciendo al electorado. Y son muchas las consideraciones que será necesario efectuar.
Elaborar una política migratoria que regule el crecimiento imparable del fenómeno. Reconsiderar la necesidad de tener cuerpos policiales autonómicos o limitarse a la policía local, la nacional y la guardia civil. Regular con claridad la relación entre la lengua oficial y las vernáculas sin dañar derechos. Valorar si hay que seguir concediendo tanta importancia al sexo y a la orientación sexual de las personas. Evitar las desigualdades que produce una Sanidad transferida a las CCAA. Ver si alguien puede suprimir fiestas o tradiciones porque no le gustan.
Y más que no caben aquí. Cada cual tendrá que hacer sus “considerandos” y emitir su sentencia.