Hartos de ver que los adultos no hacen nada por frenar el deterioro medioambiental, conscientes de que no se lucha contra los efectos del cambio climático y aumenta el número de negacionistas poderosos, han decidido dar un paso adelante y protagonizar las acciones de denuncia que sean necesarias.
Hay dos factores sorprendentes: se trata de adolescentes de todo el mundo(una edad en la que no es frecuente implicarse en movimientos sociales) y el fenómeno lo ha iniciado una chica de 15 años, la sueca Greta Thumberg, que un Viernes decidió no entrar a clase y manifestarse frente al Colegio (espero que los profesores le considerasen justificada la falta).
Nos están diciendo fuerte y claro que ellos si desean un planeta mejor para sus hijos.
Así da gusto ver a los adolescentes. Habría que hacerles caso.