El emperador japonés Akihito tiene 85 años, lleva 30 en el trono y ha considerado que era el momento de abdicar en favor de su hijo Naruhito de 59 años.
La reina británica Isabel II tiene 93 años, lleva 66 ocupando el trono, con lo que ha batido un record, y no muestra intención de ceder paso a su hijo Carlos de 71 años.
Tal vez la única ventaja de una Monarquía sea la de la estabilidad para una función representativa y arbitral frente a la lógica y sana batalla partidista en una democracia.
Pero hoy, con una expectativa de vida más prolongada, los propios monarcas deberían ponerse un límite, algo así como no sobrepasar los 80 años de edad o los 40 de mandato.
Lo de la reina inglesa es claramente exagerado, desconsiderado y cruel con respecto a su hijo.
Totalmente de acuerdo . Es una pena comprobar como los seres humanos pretendemos ser inmortales ,aun a costa de dañar las instituciones . Por eso me pareció modélica la abdicación del anterior Pontífice romano . Algunas veces la Iglesia sabe ir con los tiempos
Llevas razón.Incluso la milenaria Iglesia ha entendido que en determinadas circunstancias se debe «dejar paso».
Si esa mentalidad imperase en las monarquías actuales yo creo que la Institución saldría fortalecida.