El secretario general de Podemos no sabe como justificar su imperiosa necesidad de acceder al poder, de pisar moqueta. Para ir creando clima dice a su gente (muchos de los cuales están en contra) que tienen que imitar a la derecha y unirse para combatir a sus enemigos tradicionales: Banca, Ibex y CEOE (¡!).
Pretencioso y petulante como es ha usado una expresión rebuscada: “Tendremos que acostumbrarnos a cabalgar contradicciones”, con evocaciones marxistas, que en este caso sobran porque sus contradicciones son más pedestres que las referidas por Don Carlos. La suyas van desde ser anticasta y antisistema a integrarse plenamente, desde el piso modesto al chalet de lujo, desde el odio a la policía a vivir protegido por ella, etc.
Son ya tantas desde su aparición hace cinco años que lo pueden derribar del caballo.