Tras un espectáculo grotesco de declaraciones contradictorias, rectificaciones, matizaciones y otros “ones”, se constituyen los Parlamentos Autónomos, se produce el ansiado alumbramiento y ha ocurrido lo que cabía esperar: han sido trillizos con acento andaluz. PP-Cs y VOX se ponen de acuerdo y muestran un anticipo de lo que serán las presidencias de algunas Comunidades.
Sería más razonable y políticamente correcto un sano entendimiento PSOE-Cs, sin dejar de competir entre ellos por ese jugoso bocado que es el centro izquierda sociológico español.
Pero desde que Iván Redondo dio la consigna de explotar la célebre foto de la Plaza de Colón y hablar de las tres derechas, el trifachito y otras monerías, el PSOE ha arrinconado a Cs sin dejarle otra opción que el cobijo en el tripartito. Aunque veremos algún desmarque esporádico.
Siempre aposté por un acuerdo de PSOE – Ciudadanos al considerar que pese a lo que pueda parecer, en España nos sentimos mas cómodos alejados de los radicalismos extremos. El problema, como apuntas, es que estas «agencias de colocación de adeptos», mal llamadas «partidos», están mas preocupados de obtener sillones que de gestionar los intereses de los votantes. Ni Ciudadanos con sus infranqueables líneas negociadoras, ni PSOE con su ambición no disimulada de sillón, favorecen un posible acuerdo para gobernar España con sentido común, racionalidad, modernismo y alejados de los histrionismos «demodés» de Vox o del «café para todos» de Podemos
Esa es la principal tragedia política que vivimos hoy, la falta de líderes serios con visión de Estado y capaces de anteponer el Bien Común a sus intereses personales o partidistas.Imagínate que Sánchez cede al chantaje podemita y les da lo que piden:Trabajo y Hacienda.Los empresarios activarían la creación de empleo y los inversores acudirían en masa a España.
Desde que Pedro Sánchez sorprendió hace un año con sus apoyos (no altruistas precisamente y de dudosa fidelidad a la Constitución) para derrocar a Rajoy en la moción de censura; el PSOE se convirtió también, para muchos ciudadanos, en un partido de dudosa conveniencia para lidiar con la amenaza del nacionalismo/populismo.
Si a esta circunstancia, le añadimos lo del insulto constante al bloque de centro derecha, se puede llegar a entender que la sana y lógica alianza socialdemócrata-liberal no se esté materializando de manera generalizada, como sería efectivamente, deseable.
Pues sí,parece que nosotros no somos capaces de consolidar modelos que funcionan en otros países.debe ser nuestro típico elemento diferencial.
Lo peor de todo es que vivimos en el puro tacticismo,nadie eleva la vista por encima del interés puramente partidista.