Abrazarse se ha puesto de moda y hay quien le atribuye virtudes terapéuticas. Un abrazo es expresión positiva de sentimientos y se convierte en el modo más intenso y visible de mostrar que se ha superado un conflicto, que se está dispuesto a iniciar una nueva etapa.
Fue muy célebre el de Vergara en1839, entre Maroto y Espartero, conservadores y liberales. Puso fin a la Guerra Carlista, pero sirvió de poco porque sucedieron otras dos.
Hoy se impone el abrazo entre Sánchez e Iglesias con el que sellan un acuerdo para formar gobierno de coalición. El podemita no cabe en sí de gozo; ve cumplido el sueño de su vida, gracias a un cínico necesitado.
Pensar que este individuo, con su trayectoria, va a ser vicepresidente de España da un poco de miedo; pensar en la retahíla de socios que arrastra, da mucho miedo.
He regresado del asteroide B612, donde tengo un gran amigo, para cumplir con mis obligaciones ciudadanas, aunque lo medité mucho fui a depositar mi voto, que pena.
Efectivamente los abrazos son muy positivos, pero no olvidemos que hay abrazos que matan.
Daría cualquier cosa por saber que piensa en estos momentos un señor llamado D. Felipe González Márquez.
Al actual Congreso de los Diputados, deberían cambiarle el nombre, seria mejor Corrala de San Jerónimo.
Como decía el cómico: «Que sois tontos del to, no pa un rato, no, del to y pa siempre «
Claro que hay abrazos que matan.A este ya se le llama el del oso y de la vergüenza.
Felipe,Alfonso,Juan Carlos R.I.,Leguina y otros de la vieja guardia están manifestándose claramente en contra de esta enorme irresponsabilidad de Pedro Sánchez.
Lo de la «Corrala» me parece acertado.