La verdad es que esta ministra ya debutó mostrando sus carencias y su poca habilidad para ser portavoz de un gobierno.
Ahora ha declarado, en el tono solemne que utiliza, que la Constitución no contempla el derecho de los padres a elegir una enseñanza religiosa. Y lo cierto es que el artículo 27.3 deja claro que los padres deciden “la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones”.
Estará haciendo méritos ante sus nuevos jefes, allanando el camino por el que piensan transitar PSOE y Podemos desde el nuevo gobierno.
Habla de un proyecto de ley educativa que pronto será abordado y servirá para anular la controvertida LOMCE de Wert.
En esa Comisión habrá podemitas y la enseñanza religiosa, los Centros concertados, serán temas en los que el PSOE haga concesiones que crispen a media España.