En este forzado gobierno de coalición se dijo que el secretario-jefe de Podemos era ninguneado por Sánchez, quedaba relegado a una de las cuatro vicepresidencias y un ministerio llamado de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Creo que no es una percepción acertada. El rojo de la Navata está donde quería, henchido de felicidad; su cartera es un cajón de sastre que le permite entrometerse en todos los temas sin tener cometidos concretos de los que responsabilizarse. Moja en todas las salsas y optimiza recursos en los medios, sobre todo en la cadena amiga.
Su papel de comodín junto con sus ministerios propios le otorgan un papel muy relevante en el Gobierno de la Nación, se saben en una posición de fuerza y desde ahí irán minando, batallando contra el Estado y la Constitución paso a paso, sin prisa pero sin pausa, que diría el clásico.