GRANDE-MARLASKA

 

Va perdiendo progresivamente la primera parte de su apellido, empequeñece a pasos agigantados. Yo creo que vivía mejor siendo magistrado de la Audiencia, ejerciendo dignamente su profesión, y que nunca debió ceder a la tentación de ocupar un ministerio, menos aún el de Interior.

Le está tocando enfrentarse a situaciones de las que sale poco airoso.

Se enfrentó a Cs cuando sus dirigentes asistían a una manifestación de LGTBI y apoyó al colectivo por razones obvias.

Ha soportado los insultos de una colega ministerial que es mujer brava y agresiva. Deja casi desamparados a los Cuerpos de Seguridad cuando actúan en Barcelona contra la guerrilla urbana o le elevan una queja por las declaraciones de la joven y rojísima ministra a propósito de las mujeres violadas. Y, por último, manipula y doblega a la Guardia Civil en un intento de encubrir la torpeza de un Gobierno que se desprestigia a pasos agigantados.

 

 

 

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