Sobre la mesa debería dar el presidente y decir “basta ya”. Sabe que no era la mejor opción para Valcárcel de cara a su sucesión. La deseada se la impidió un juez, la aséptica se la rechazó el presidente de la Asamblea y se vio forzado a esta tercera.
Seguro que el Sr. Garre- heredero de AVE, aeropuerto y consejeros imputados-cambiaría muchas cosas pero apenas se atreve a insinuarlo con ese lenguaje que A. Montiel ha llamado jocosamente “garretí”.
Quiere ser candidato en Mayo y cree que la sumisión le beneficia. Tal vez un golpe de timón lo fortalecería ante sus compañeros.
¿Aguantará mucho más sin darlo?