ODIO EN VENA

El Estado Islámico, nueva marca del fanatismo, tiene campamentos infantiles donde los niños contemplan ejecuciones y son obligados a jugar al fútbol con las cabezas de las víctimas mientras recitan versos del Corán. Así los motivan para la lucha contra los infieles; el odio y la maldad químicamente puros, ni Bin Laden habría soñado algo parecido.
Menos mal que por aquí los fundamentalistas se conforman con falsear la Historia y vender antiespañolismo. Pero hay una peligrosa línea madraza-ikastola-escola que adoctrina para lograr personas limitadas, seres unidimensionales; lejos de formar hombres libres, autónomos, con capacidad para analizar la realidad y la sociedad en la que viven.

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