Es una palabra que se usa en el ámbito económico y hemos conocido ejemplos muy significativos. Si la extrapolamos al campo político nos aparece claramente el fenómeno Podemos. En un tiempo record se ha convertido en uno de los principales partidos, se nutre de votantes de IU (40%) y del PSOE (25%); su radiografía muestra un voto urbano, gente joven, con estudios, sin problemas económicos (excepto los parados), que se consideran de extrema izquierda (posiciones 1-2 de la escala CIS). Hay un claro anhelo de cambio profundo.
Lástima que no hayan encontrado líderes más creíbles, solventes y honestos. Pronto comprobaremos si sigue entrando aire en esa burbuja o, por el contrario, se desinfla y/o pincha.