EL NIÑO Y EL PERRO

Se dice que no es noticia que un perro muerda a un hombre sino que ocurra al revés, se resalta lo inusual.
Lo usual es que un perro se sacrifique por su amo; lo que ha ocurrido es que un niño de 8 años ha muerto queriendo salvar a su perro que había caído al mar. No pensó, no dudó, sintió que no podía perderlo y se lanzó al agua para rescatarlo.
¡Qué vínculo existiría entre ellos! ¡Cuántos juegos y caricias habrían compartido!
Los sentimientos en la infancia son fuertes y los vamos atemperando conforme crecemos y desarrollamos la razón.
Me imagino a los padres aturdidos, desolados, tal vez arrepentidos de haber regalado un perro a su hijo.

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