“No se pueden poner puertas al campo” es una conocida frase usada para hablar de una meta inalcanzable, misión imposible porque no se puede limitar lo ilimitado.
Pues bien, ahora parece que en Arabia Saudí quieren blindar el desierto, cerrarlo, poniendo vallas de 900 y de 1780 Km. en las fronteras de Irak y Yemen que incorporarán los sistemas de vigilancia más sofisticados.
No temían mucho a Al Qaeda tal vez por proximidad o cuasi –paternidad pero la irrupción del Estado Islámico y su pretendido califato les empieza a preocupar.
Ya tienen un precedente en la gran muralla china aunque hoy las vías de penetración del enemigo son más sutiles.